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Filosofía de Primero

LOS RACIONALISTAS: Descartes

 

Así, a causa de que nuestros sentidos nos engañan algunas veces, quise suponer que no había

ninguna cosa que fuera como las imágenes que ellos nos transmiten de esa cosa. Y como hay

hombres que se equivocan al razonar, incluso en cuanto a las cuestiones más simples de la geometría

y cometen en ellas razonamientos falsos, juzgando que yo estaba expuesto a equivocarme como

cualquier otro, rechacé como falsas todas las razones que había tomado antes por demostradas. En

fin, considerando que todos los pensamientos que tenemos cuando estamos despiertos nos pueden

venir también cuando dormimos, sin que haya ninguno que, por tanto, sea verdadero, resolví fingir

que todas las percepciones que hasta entonces habían entrado en mi mente no eran más verdaderas

que las ilusiones de mis sueños. Pero enseguida me di cuenta de que, mientras quería pensar así que

todo era falso, era necesario que yo, que lo pensaba, fuese algo. Y notando que esta verdad

pienso

luego existo

era tan firme y tan segura que hasta las más extravagantes suposiciones de los escépticos

no eran capaces de hacer tambalear, juzgué que la podía recibir sin escrúpulo como el primer

principio de la filosofía que buscaba (R. DESCARTES,

Discurso del método, IV [traducción propia]).

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