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Filosofía de Primero

LA TOLERANCIA: Spinoza y Locke

9. (SPINOZA)

Para que las supremas autoridades del Estado conserven mejor el poder y no haya sediciones, es

necesario conceder a los hombres la libertad de pensamiento y gobernarlos de tal forma que, aunque

piensen de distinta manera y tengan ideas manifiestamente contrarias, vivan en concordia. Es

indudable que esta forma de gobernar es la mejor y la que tiene menos inconvenientes, pues

concuerda mejor con la naturaleza de los hombres. En efecto, en el estado democrático (que es el que

más se acerca a lo natural) todos acuerdan actuar según leyes comunes, pero no pensar igual; es

decir, como todos los hombres no pueden pensar y razonar igual, han pactado que lo que recibiera

más votos tuviera fuerza de ley y que podrían cambiar esa ley si encontraban algo mejor. Así pues,

cuanta menos libertad para expresar su opinión se concede a los hombres, más lejos se está de lo

más natural y, por tanto, con más violencia se gobierna (B. SPINOZA,

Tratado Teológico-Político, cap.

XX [traducción propia]).

10. (LOCKE)

No es la diversidad de opiniones (lo que no puede evitarse), sino la negativa a tolerar a aquellos

que son de opinión diferente (que podría ser permitida) lo que ha producido todos los conflictos y

guerras que ha habido en el Cristianismo a causa de la religión. La cabeza y los jefes de la Iglesia,

movidos por la avaricia y el deseo insaciable de dominar a todos, utilizando la ambición sin límites de

las autoridades políticas y la crédula superstición de multitudes atolondradas, han levantado, en

contra de lo que dice el Evangelio y la caridad, a las autoridades y a las masas en contra de los que

tienen ideas diferentes en religión, predicando que los cismáticos y los herejes debe ser expoliados de

sus posesiones y destruidos. Y así han mezclado y confundido dos cosas que son en sí mismas

completamente diferentes, la Iglesia y el Estado (J. LOCKE,

Carta sobre la tolerancia [trad. propia]).

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