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Filosofía de Primero

Presentando a Platón: la Política y la Educación

Para presentar el tema de Platón es conveniente que te detengas en estos puntos:

 

  1. El influjo de Sócrates. La virtud es Conocimiento y, por tanto, se puede enseñar.

 

2. La experiencia frustrada de Platón en materia política.

 

 

-Los treinta tiranos.

-La Democracia restaurada, pero igualmente injusta.

-Su experiencia fracasada en Sicilia como consejero político.

 

3. La filosofía es POLÍTICA: pero no directa, sino como reflexión sobre el ESTADO IDEAL y la JUSTICIA.

 

4. La filosofía es una tarea EDUCATIVA (Sócrates), pero una EDUCACIÓN que debe organizarse desde el ESTADO y a lo largo de toda la vida.

Algunos datos sobre Sócrates

Los cargos contra Sócrates

Sócrates dice que tiene que refutar dos tipos de acusaciones diferentes: los viejos cargos de que es un criminal y un curioso que pregunta hasta al cielo y la tierra, y los más recientes cargos legales de corromper a los jóvenes y de creer en cosas sobrenaturales de su propia invención, en vez de los dioses de la polis. Sobre los viejos cargos dice que son el resultado de años de rumores y prejuicio, y por lo tanto no pueden ser respondidos. Sócrates desvirtúa estos "cargos informales" dándoles una apariencia legal diciendo: "Socrates comete delito al investigar los fenómenos celestes y subterráneos, debido a que, según ellos, convierte el argumento más débil en el más fuerte, instruyendo esto a otros, y sin creer en los dioses, es decir, es ateo. También dice que estas alegaciones nacieron de la boca de cierto poeta cómico, es decir, Aristófanes.

La apasionada defensa de Sócrates al ser acusado de sofista (y curioso), no es más que una distracción de las otras, más graves, acusaciones, pues los sofistas no eran condenados a muerte en Grecia; al contrario, eran frecuentemente buscados por los padres para ser tutores de sus hijos, por lo que Sócrates dice que no puede ser confundido con un sofista, ya que éstos son sabios (o creen que lo son), y están bien pagados, mientras que él es pobre (a pesar de ser frecuentemente visto en las mesas de juego), y dice no saber absolutamente nada.

 

Sócrates y la ética

La contribución de Sócrates a la filosofía ha sido de un marcado tono ético. La base de sus enseñanzas fue la creencia en una comprensión objetiva de los conceptos de justicia, amor y virtud y el conocimiento de uno mismo. Creía que todo vicio es el resultado de la ignorancia y que ninguna persona desea el mal; a su vez, la virtud es conocimiento y aquellos que conocen el bien, actuarán de manera justa. Su lógica hizo hincapié en la discusión racional y en la búsqueda de definiciones generales, como queda reflejado en los escritos de su joven discípulo, Platón, y en los del alumno de éste, Aristóteles. A través de las obras de ambos, las teorías socráticas incidieron de forma determinante en el curso del pensamiento especulativo occidental posterior.

 

El Juicio

Aunque fue un patriota y un hombre de profundas convicciones religiosas, Sócrates sufrió sin embargo la desconfianza de muchos de sus contemporáneos, a los que les disgustaba su actitud hacia el Estado ateniense y la religión establecida. En el 399 a.C. fue acusado de despreciar a los dioses del Estado y de introducir nuevas deidades, una referencia al daemonion, o voz interior mística a la que Sócrates aludía a menudo. También fue acusado de corromper la moral de la juventud, alejándola de los principios de la democracia y se le confundió con los sofistas, tal vez a consecuencia de la caricatura que de él realizó el poeta Aristófanes en la comedia Las nubes, representándole como el dueño de una “tienda de ideas” en la que se enseñaba a los jóvenes a hacer que la peor razón apareciera como la razón mejor.

En su Apología de Sócrates, Platón recogió lo esencial de la defensa que Sócrates hizo de sí mismo en su propio juicio, y que se basó en una valiente reivindicación de toda su vida. Fue condenado a muerte, aunque la sentencia sólo logró una escasa mayoría. Cuando, de acuerdo con la práctica legal de Atenas, Sócrates hizo una réplica irónica a la sentencia de muerte que le había sido impuesta (proponiendo pagar tan sólo una pequeña multa dado el escaso valor que tenía para el Estado un hombre dotado de una misión filosófica), enfadó tanto a los miembros del tribunal que éste decidió repetir la votación, en la que la pena de muerte obtuvo esa vez una abultada mayoría.

Sus amigos planearon un plan de fuga, pero Sócrates prefirió acatar la ley y murió por ello. Pasó sus últimos días de vida con sus amigos y seguidores, como queda recogido en la obra Fedón de Platón, y durante la noche cumplió su sentencia, bebiendo una copa de cicuta según el procedimiento habitual de ejecución.

Los Sofistas

Sofistas, Sofística

Movimiento intelectual del siglo V a. C. desarrollado en Atenas y preocupado primordialmente por la educación de los ciudadanos. Sócrates y Platón combatieron este movimiento por sus conclusiones relativistas y escépticas.

      En la época de Sócrates y Platón hubo tres acontecimientos importantes que determinaron la filosofía posterior:

  • los nuevos descubrimientos etnográficos pusieron ante los ojos de muchos griegos las muy distintas formas de vida moral, social y política existentes, lo que seguramente pudo influir en la aceptación del relativismo moral;

  • un cierto cansancio en la investigación de la Naturaleza: en esta época los griegos habían dado muchas interpretaciones filosóficas opuestas relativas a la composición última de la Naturaleza, lo cual favoreció un cierto escepticismo respecto de la posibilidad de llegar a conclusiones definitivas sobre este tema;

  • el desarrollo de la democracia: aunque limitada a los varones libres, muchas polis instauran el sistema democrático, sistema político que crea nuevas necesidades. En particular cabe resaltar la importancia que tiene en este nuevo sistema el uso de la palabra y del razonamiento para la defensa de las propias creencias e intereses a partir de su argumentación pública. No es extraño que aparezca un grupo de maestros que expresamente declare su capacidad para enseñar las habilidades necesarias para el triunfo social y político. Este grupo son los sofistas. Por ello, las materias que impartían no eran la física o las matemáticas sino disciplinas humanísticas (mitología, historia) y retórica, gramática, oratoria, es decir disciplinas que enseñaban el uso de la palabra.

      Los tres acontecimientos citados provocaron lo que se ha denominado giro antropológico en la filosofía griega: así como las investigaciones anteriores a Sócrates tenían como objetivo eminente la investigación de la Physis, ahora, con los sofistas y Sócrates la filosofía dirige su atención a temas más típicamente humanos: la reflexión ética, la búsqueda de una fundamentación de la práctica moral y política, la indagación sobre las posibilidades del conocimiento humano.

      En un primer momento el término sophós no tenía una connotación negativa (se puede traducir precisamente como “sabio”) y se utilizaba para designar aquella persona que tenia una cierta habilidad para la realización de una tarea, o que habla hábilmente, pero a partir de Sócrates y Platón va a adquirir la connotación negativa que llega a hasta nuestros días: sofista es quien está dotado de habilidad para los razonamientos falsos, capciosos. Los cargos más importantes que presentó Platón en contra del movimiento sofista fueron:

  • ser comerciantes del saber (los sofistas cobraban grandes sumas por impartir sus enseñanzas) y no propiamente educadores;

  • hacer de la razón una mera técnica para la discusión y la victoria en ésta, pero independientemente del contenido de verdad y de la moralidad de la tesis que se quiere defender;

  • utilizar un método de enseñanza que permite más inculcar ideas en los oyentes que hacerles progresar en el conocimiento de las cosas: frente al uso del diálogo como método de enseñanza defendido por Sócrates y Platón (ver “mayéutica”), los sofistas enseñaban dando grandes y espectaculares discursos ante un auditorio pasivo;

  • defender el escepticismo y el relativismo.

      Los sofistas más importantes de la primera generación fueron Protágoras, Gorgias, Pródico e Hipias, y destacan por la defensa del escepticismo y el relativismo. Los representantes más importantes de la segunda generación fueron Calicles, Antifonte, Trasímaco y Crítias; estos filósofos acentuaron aún más el papel crítico de la razón y la capacidad de ésta para la defensa de cualquier tesis. Por su parte, Trasímaco se singularizó por su defensa de la ley del más fuerte y del carácter convencional de las leyes vigentes en las ciudades.

 

Para profundizar sobre PARMÉNIDES

Vida y obras de Parménides

Biografía

Parménides nació en Elea, hacia el 540 antes de Cristo aproximadamente, donde residió hasta su muerte el año 470. Se dice que fue pitagórico y que abandonó dicha escuela para fundar la suya propia, con claros elementos anti-pitagóricos. Algunos atribuyen la fundación de la escuela de Elea a Jenófanes de Colofón, sin que haya verdadera constancia de ello, por lo que la fundación de dicha escuela ha de atribuirse a Parménides, dejando al margen la cuestión de hasta qué punto el pensamiento de Parménides puede estar influido por el de Jenófanes. Parménides escribió un poema filosófico en hexámetros del que conservamos la mayoría de los versos a través de Simplicio.

Pensamiento

1.

En dicho poema, luego de un proemio de carácter religioso, en el que el autor realiza una serie de invocaciones para conseguir el favor de una diosa no identificada con el objeto de poder acceder al verdadero conocimiento, Parménides nos expone su doctrina: la afirmación del ser y el rechazo del devenir, del cambio.El ser es uno, y la afirmación de la multiplicidad que implica el devenir, y el devenir mismo, no pasan de ser meras ilusiones.

2.

El poema expone su doctrina a partir del reconocimiento de dos caminos para acceder al conocimiento: la vía de la verdad y la vía de la opinión. Sólo el primero de ellos es un camino transitable, siendo el segundo objeto de continuas contradicciones y apariencia de conocimiento.

"Ea, pues, que yo voy a contarte (y presta tu atención al relato que me oigas)
los únicos caminos de búsqueda que cabe concebir:
el uno, el de que es y no es posible que no sea,
es ruta de Persuasión, pues acompaña a la Verdad;
el otro, el de que no es y el de que es preciso que no sea,
este te aseguro que es sendero totalmente inescrutable."

3.

La vía de la opinión parte, dice Parménides, de la aceptación del no ser, lo cual resulta inaceptable, pues el no ser no es. Y no se puede concebir cómo la nada podría ser el punto de partida de ningún conocimiento. ("Es necesario que sea lo que cabe que se diga y se conciba. Pues hay ser, pero nada, no la hay.") Por lo demás, lo que no es, no puede ser pensado, ni siquiera "nombrado". Ni el conocimiento, ni el lenguaje permiten referirse al no ser, ya que no se puede pensar ni nombrar lo que no es. ("Y es que nunca se violará tal cosa, de forma que algo, sin ser, sea."). Para alcanzar el conocimiento sólo nos queda pues, la vía de la verdad. Esta vía está basada en la afirmación del ser: el ser es, y en la consecuente negación del no ser: el no ser no es.

"Y ya sólo la mención de una vía
queda; la de que es. Y en ella hay señales
en abundancia; que ello, como es, es ingénito e imperecedero,
entero, único, inmutable y completo."

4.

Afirma Parménides en estas líneas la unidad e identidad del ser. El ser es, lo uno es. La afirmación del ser se opone al cambio, al devenir, y a la multiplicidad. Frente al devenir, al cambio de la realidad que habían afirmado los filósofos jonios y los pitagóricos, Parménides alzara su voz que habla en nombre de la razón: la afirmación de que algo cambia supone el reconocimiento de que ahora "es" algo que "no era" antes, lo que resultaría contradictorio y, por lo tanto, inaceptable. La afirmación del cambio supone la aceptación de este paso del "ser" "al "no ser" o viceversa, pero este paso es imposible, dice Parménides, puesto que el "no ser" no es.

5.

El ser es ingénito, pues, dice Parménides ¿qué origen le buscarías? Si dices que procede del ser entonces no hay procedencia, puesto que ya es; y si dices que procede del "no ser" caerías en la contradicción de concebir el "no ser " como "ser", lo cual resulta inadmisible. Por la misma razón es imperecedero, ya que si dejara de ser ¿en qué se convertiría? En "no ser " es imposible, porque el no ser no es... ("así queda extinguido nacimiento y, como cosa nunca oída, destrucción")

6.

El ser es entero, es decir no puede ser divisible, lo que excluye la multiplicidad. Para admitir la división del ser tendríamos que reconocer la existencia del vacío, es decir, del no ser, lo cual es imposible. ¿Qué separaría esas "divisiones" del ser? La nada es imposible pensarlo, pues no existe; y si fuera algún tipo de ser, entonces no habría división. La continuidad de del ser se impone necesariamente, y con ello su unidad. Igualmente, ha de ser limitado, es decir, mantenerse dentro de unos límites que lo encierran por todos lados.

7.

El ser es inmóvil, pues, de lo visto anteriormente queda claro que no puede llegar a ser, ni perecer, ni cambiar de lugar, para lo que sería necesario afirmar la existencia del no ser, del vacío, lo cual resulta contradictorio. Tampoco puede ser mayor por una parte que por otra, ni haber más ser en una parte que en otra, por lo que Parménides termina representándolo como una esfera en la que el ser se encuentra igualmente distribuido por doquier, permaneciendo idéntico a sí mismo.

8.

El ser al que se refiere Parménides es material, por lo que difícilmente puede ser considerado éste el padre del idealismo. El hecho de que Platón, posteriormente, aceptando los postulados parmenídeos, identificara a ese ser con la Idea, no debe ser extrapolado históricamente hasta el punto de llegar a afirmar que Parménides interpretaba el ser como algo no material. La afirmación de que de el ser es Uno, finito, parece indicar claramente una concepción material del ser.

9.

Por lo demás, la asociación de la vía de la verdad con el pensamiento racional y de la vía de la opinión con la sensación parece poder aceptarse, aunque sin llegar a la claridad de la distinción que encontramos en Platón. Efectivamente, Parménides afirma en el poema la superioridad del conocimiento que se atiene a la reflexión de la razón, frente a la vía de la opinión que parece surgir a partir del conocimiento sensible. Pero el conocimiento sensible es un conocimiento ilusorio, apariencia. Podemos aceptar pues que Parménides introduce la distinción entre razón y sensación, entre verdad y apariencia.

10.

Tradicionalmente se ha asociado este poema con la crítica del movimiento, del cambio, cuya realidad había sido defendida por el pensamiento de Heráclito. Es probable que Parménides hubiera conocido el libro de Heráclito, pero también que hubiera conocido la doctrina del movimiento de los pitagóricos, contra la que más bien parece dirigirse este poema. Especialmente si consideramos la insistencia que hace Heráclito en la unidad subyacente al cambio, y en el papel que juega el Logos en su interpretación del movimiento. Obviamente, en la medida en que Heráclito afirma el devenir, las reflexiones de Parménides le afectan muy particularmente, aunque Heráclito nunca haya afirmado el devenir hasta el punto de proponer la total exclusión del ser.

(Las citas del poema según la versión de Alberto Bernabé, "De Tales a Demócrito", Madrid, 1988.)

ACTIVIDADES:

1) El Ser de Parménides: ¿es material o ideal (es decir, no material)? Razonar.

2) Características del Ser de Parménides. Confeccionar una lista detallada.

3) ¿Qué diferencias hay con respecto a Heráclito?

MAPA CONCEPTUAL DE LOS PRESOCRÁTICOS

Pincha en este enlace y tendrás el MAPA CONCEPTUAL DE LOS PRESOCRÁTICOS:

Fíjate también en la diferencia geográfica entre los JONIOS y los ITÁLICOS.

ADVERTENCIA: En clase hemos presentado a Anaxágoras más bien como un MONISTA, pues el Nous es un principio único.

Mapa de Jonia, cuna de la Filosofía

 

En este mapa podéis ver las costas del Asia Menor. En ellas está la región de Jonia. Uno de sus puertos fue Mileto, cuna de Tales y -según la tradición- cuna también de la Filosofía. Es curioso, tal y como comenté en clase, que la Filosofía no nace en la propia Grecia Continental, (Europa) sino en esa parte de Asia que se asoma a Occidente. Un territorio de frontera, que facilita los contactos. Recordad que los griegos aprendieron mucho de otros pueblos, especialmente de las civilizaciones orientales.

Cómo era la religión griega

Para que podáis ver cómo facilitó el nacimiento de la Filosofía:

 

Para Vernant, el nacimiento de la filosofía es explicable aduciendo causas históricas y sociales. La inexistencia de una casta sacerdotal en Grecia, dadas las características especiales de la religión griega, elimina la posibilidad de instaurar un dogma religioso, así como la posibilidad de hacer de lo religioso un discurso cerrado, accesible sólo a los que pertenecen a la casta sacerdotal; no hay, pues, secretos que ocultar. El sabio, que es a la vez adivino, poeta, profeta, músico, médico, purificador, curandero, pero distinto del sacerdote o chamán de las religiones orientales, y que tiene el poder de ver y hacer ver lo invisible, divulga sus conocimientos: la enseñanza se opone aquí a la iniciación esotérica en una doctrina. Los conocimientos se divulgan, desembarazándose así de la figura del mago. La expansión de la ciudad, correlativamente al auge económico derivado del comercio fundamentalmente, supone el advenimiento del ciudadano, circunstancia paralela al nacimiento y desarrollo de la filosofía. La importancia del linaje deja paso a la prioridad de la polis, de la comunidad, lo que suele ir acompañado de una organización política que reclama la publicidad. El saber es trasladado a la plaza, en plena ágora, siendo objeto de un debate público donde la argumentación dialéctica terminará por predominar sobre la iluminación sobrenatural.

La filosofía, pues, si bien enraizada en el mito, parece ser una creación original del pueblo griego. Su rechazo de lo sobrenatural, de lo mágico, de la ambivalencia, son signos de una racionalidad que difícilmente podemos encontrar en otras formas de pensamiento anterior.